23 abr 2014

Violencia en la vida cotidiana (Auyero/ Berti)

Javier Auyero (de quien hace un tiempo reprodujimos esta gran entrevista, aca la primera parte; y comentamos algo de su reciente libro, aca), escribe hoy, junto con M.F. Berti, sobre la violencia al interior del hogar, y del modo en que ella dialoga ásperamente con la violencia de afuera del hogar. El texto de hoy, aca

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es interesante la secuencia entre la entrevista sobre "la razón clientelar", el comentario sobre el libro de Auyero y la nota publicada en Clarín de hoy sobre violencia en la vida cotidiana.

Entre otros, me parece confusa la posición que Auyero sostiene respecto del Estado, de la "razón clientelar" como política y la violencia que ejerce Gloria sobre el cuerpo de Francisco para protegerlo de la violencia "externa"

En concreto, si bien Auyero no se define por una política clientelar como política de Estado; sí la asocia a un modo de vinculación histórica del Estado con sus "pacientes". Si el clientelismo es una protección selectiva, como paciente, la persona se posiciona en una relación de poder asimétrica, puesto que debe subordinarse a la espera.

En cualquier caso habla de formas degradadas que no se corresponden con un derecho ciudadano.

Si bien en la democracia clientelar como en la democracia de pacientes - de Auyero- es factible reconocer la instancia del reclamo, a diferencia de la exigibilidad de un derecho, es que con este último el Estado tiene una obligación que es la de su efectivo cumplimiento. Entonces entre la exigibilidad de un favor y el reclamo de un derecho vulnerado la racionalidad del vínculo y los términos de la relación es diferente.

La razón clientelar es la servidumbre del que necesita frente al que con discrecionalidad decide quién es merecedor. En tanto un derecho ciudadano implica una razón igualitaria. Otro punto es discutir cuál es el sistema de reconocimientos que hacen de la ciudadanía una razón igualitaria.

Por otra parte, la sujeción al poder desde la necesidad (clientelar) no habla de personas autónomas, sino vulnerables en la constitución de su estructura psíquica. Sobre el tema hace referencia Kesler cuando alude al concepto de "pánico social" frente al fenómeno de la inseguridad. ¿No es ésta la reacción de Gloria con Francisco?. Francisco es cliente de la violencia.

¿Es que resulta posible aceptar la violencia privada en los cuerpos como política remedial frente a los excesos de una democracia clientelar o de pacientes?

¿Es una imposibilidad la democracia como soporte para la autonomía del sujeto o es que la existente es un dispositivo de poder que limita la forma degradada como única realidad posible?

Luego, el ingreso ciudadano ( que no es la AUH)no monetiza ni crea una democracia de consumidores. Genera una moneda social, dentro de un modo de producción en que la moneda corriente- la que circula y realiza la tasa de ganancia- ha sido privatizada de manera excluyente hacia sectores privilegiados.

Una sociedad que oscila entre privilegiados y clientes y pacientes del Estado, que me disculpe Auyero, pero no es un modelo para universalizar.

Por último, está bien, hay que construir escuelas con cordón cuneta e internet, pero por favor, que los niños que concurren superen la linea de indigencia ( calorías minimas para sobrevir )

A lo cual, no son excluyentes una política social que universalice el ingreso por ciudadanía con aquélla que garantice infraestructura básica.

Pero para ello, la discusión debe elevarse por encima de la democracia de pacientes

saludos,
mm

Anónimo dijo...

leyendo el comentario de mm me surgen muchas reflexiones inconexas algunas por reflejo condicionado, en conjunto asumo que me excede lo que allí se discute.
Pero no deja de interpelarme la pregunta final de la nota ¿Esta bien o mal lo que hace Gloria?
No se qué decir no estoy allí, solo le diría a Gloria "Haga que su hijo deje de drogarse" "Cómo!" protestará ella seguramente. "Simplemente hágalo." Ante ese comando imperativo muchos padres se las ingenian para lograr el resultado sobre el comportamiento de sus hijos.
Cualquiera se preguntaría "Porqué no lo hizo antes entonces?" la respuesta es demasiado compleja.Pero todo es explicable. Gloria tal vez no entiende pero puede darse cuenta de que tal vez ella necesite a su hijo y su dependencia absoluta más de lo que el hijo la necesita a ella.
Es mas que conocido y estudiado el rol de las parejas facilitadoras de alcoholicos y toxicomanos. Cualquiera puede darse cuenta que apalear al pobre chico no resuelve el problema y sin duda lo agravara. Pero eso a Gloria tal vez (tal vez porque no conozco el caso) le cierre, tal vez equilibra su ecuacion existencial donde ella esta completamente volcada a su hijo toxicomano. Y asi evita enfrentarse al final vacio de la existencia, la muerte, la futilidad y no tener nada para hacer.
Cabe preguntarse ¿Ella propicio u origino el problema? Sin duda que con la colaboracion de todo un entorno facilitador y enfermante: Sí, es casi seguro.
Tienen los politicos el mismo rol que gloria? Sospecho que sí. Sospecho que si ellos quisieran resolverían el problema del delito y de la indigencia y de la pobreza. Pero de alguna manera hay una elite de la clase media dedicada a la accion politica a la que todos estos problemas le son funcionales. El miedo de la clase media, su incertidumbre. El estado de ruego permanente de las clases mas populares, su estado "clientelar." Pero creo que en el caso de los politicos es mas grave, creo que lo de ellos es deliberado como un munchausen por poder a gran escala.
Se puede salir de ese vínculo? Se puede por su puesto. Como en el caso del muchacho toxicómano lo más sensato es sacarlo de su medio de sus relaciones sociales que sin duda perpetúan su estado. Por eso creo que la cárcel bien entendida puede ayudar a muchos a salir de la delincuencia. En el caso del chico no la cárcel sino una comunidad terapéutica. En la mayoría de los casos es el único modo de sacarlos.
En el caso de la sociedad diciendo no mama no papa estado, ya me las arreglaré pero vos te vas.